A medida que madura, la mancha se convierte en una media luna amarilla, de ahí el nombre.
También son territoriales, mordisquean, persiguen y acosan a los peces que se interponen en su camino.
Al ser diurnos, los lábridos tienen una visión fuerte, aunque también tienen un sentido del olfato decente.
Por la noche, descansan en nichos a menudo debajo de rocas u otras estructuras similares.
Si es necesario, un lábrido lunar puede excavar un espacio debajo de una roca nadando repetidamente a través de ella hasta que encaje sin luchar.