Aunque teóricamente pueden jugar hasta 22 jugadores (o 23 si no se usan cartas quemadas), generalmente juegan entre dos y nueve personas.
Entre tres y seis jugadores se le denomina "Short Handed", "Mesa larga" o "6-max".
Con un jugador más se le denomina "Full Ring" o "mesa larga".
Hold'em se juega comúnmente fuera de los Estados Unidos, aunque seven-card stud, Omaha hold 'em, póquer tapado (5 card draw) y otras versiones pueden ser más comunes en algunos sitios.
Tras una ronda de apuestas, denominada ”Pre-Flop”, los jugadores restantes verán las tres primeras cartas comunitarias o “Flop” , para posteriormente jugar el turn y el river, ambas calles de una sola carta comunitaria.
Un botón (normalmente ficha de plástico) se utiliza para representar al jugador situado en la posición del repartidor (dealer).
También se pueden usar dos botones más para identificar las ciegas pequeñas (SB) y grandes (BB).
Esta ronda de apuestas y las siguientes comienzan por el jugador a la izquierda del crupier o dealer y continúan en el sentido de las agujas del reloj, terminando en el dealer.
Finalmente, si fuera necesario se muestran las cartas para definir al ganador entre los jugadores que todavía estén en la mano.
Si un jugador apuesta y todos los demás se retiran, el jugador se lleva todo el dinero o fichas del bote, y no tendrá que mostrar sus cartas.
De todas formas es común que los jugadores tengan manos muy similares, pero no idénticas.
En esta modalidad es muy importante y tal vez la base de este juego es la apuesta inicial o pre-flop, donde se deben tener los conceptos claros de cuánto apostar en cada situación, en esta modalidad no se puede ser un jugador muy tight o muy loose, es decir, que no se puede jugar solo a manos extremadamente fuertes, porque tus contrincantes no apostarán ante tus apuestas ni jugarán muchas manos, ya que las pérdidas serían enormes.
Ya en el flop es muy importante conocer a tu contrincante y saber qué tipo de apuesta se debe hacer.
Si existen suficientes cartas que mejoran la nuestra se puede igualar la apuesta contraria o incluso resubirla.