Testimonio fatal

Testimonio fatal (título original en inglés: Tight Spot) es una película policial de cine negro estadounidense de 1955 dirigida por Phil Karlson y protagonizada por Ginger Rogers, Edward G. Robinson y Brian Keith.

La historia se inspiró en las tácticas de mano dura del entonces destacado senador estadounidense Estes Kefauver al obligar a Virginia Hill a testificar en el infame procesamiento contra Bugsy Siegel por crimen organizado; el senador demócrata de Tennessee atrajo la atención nacional con el nuevo medio de audiencias de investigación televisadas en el Capitolio en Washington D. C.. Sherry Conley es una modelo que está en prisión por un delito que no cometió conscientemente.

Hallett la esconde en un hotel donde intenta convencerla de que testifique a pesar del peligro.

Le dicen que deje la ventana del baño abierta para el asesino de Costain.

En el hotel, Hallett intenta utilizar a Clara, la egoísta y poco solidaria hermana de Conley, para persuadirla a testificar, pero las dos hermanas solo discuten y Conley no coopera.

Striker, que se preocupa por Conley, intenta disuadirla pero no puede y, de mala gana, continúa con el plan para matarla.

Por dinero, la mejor escena, preparada por el guionista William Bowers, es la nada menos que tierna reunión de la señorita Rogers y su hermana (Eve McVeagh).