Testigo para un crimen

Fue la primera de dos colaboraciones entre este director y la actriz Libertad Leblanc (la segunda sería María M., al año siguiente).

Traba relación con una sugestiva rubia apodada Blondie (Libertad Leblanc), cantante de un club nocturno regenteado por Otero (Carlos Carella), un jefe mafioso.

Comprediendo que Blondie ha actuado como informante de Mauricio, Otero va a su apartamento y la golpea salvajemente.

Pero Mauricio aún deberá averiguar ―con la ayuda del inspector Santoni (Eduardo Muñoz)― quién ha asesinado a su hermano Raúl.

[2]​ Uno de los números musicales en el club nocturno es realizado por Michelle, un famoso travesti estadounidense, contratado especialmente para esa secuencia.