El recién nacido es evaluado de acuerdo a cinco parámetros fisioanatómicos simples, que son: A cada parámetro se le asigna una puntuación entre 0 y 2, sumando las cinco puntuaciones se obtiene el resultado del test (máximo de 10).
Solo como una regla mnemotécnica, la palabra Apgar puede usarse como un acrónimo para recordar los criterios evaluados: Apariencia, Pulso, Gesticulación, Actividad y Respiración.
Actualmente sigue usándose como un test rápido, sencillo y preciso para evaluar la vitalidad del recién nacido.
Si es igual o menor a 3, necesita atención de emergencia como medicamentos intravenosos, y respiración asistida.
Si la puntuación es 0, es muy probable que bajo un perfecto estudio clínico se le dictamine el estado resolutivo de muerte.