El terremoto tuvo una intensidad sísmica máxima evaluada de VIII a X en la escala macrosísmica europea.
Se produjeron daños importantes en Orán, y gran parte de la ciudad histórica quedó destruida.
También llegaron informes de daños desde Cartago, Túnez y España a través del mar Mediterráneo.
[4] Debido a que las calles de la ciudad eran angostas, muchos sobrevivientes se reunieron en un espacio abierto justo después del terremoto.
Una semana después, se brindó ayuda a los sobrevivientes, que incluyó tiendas de campaña, alimentos y asistencia médica.
Los daños a Orán y la vecina Mazalquivir fueron tan graves que el Imperio español finalmente abandonó las ciudades en 1792 porque las obras de reparación no eran viables.
Pequeñas olas también azotaron la península ibérica en Almería y Cartagena, en este último lugar, el nivel del mar subió hasta 6 pies.
La intensidad IX-X se dedujo de los documentos españoles originales que describen los efectos del terremoto.
Según el militar Pedro María Legallois Grimarest, los temblores comenzaron con el movimiento vertical del suelo y fueron seguidos por sacudidas en dirección suroeste-noreste.
La costa noroeste de Orán alberga una falla inversa en alta mar que puede ser la fuente del terremoto y el tsunami.
La solución del tensor de momento indicó fallas inversas a poca profundidad con epicentro en alta mar.