En 2020, fue la primera persona en recibir el premio de arquitectura Gonçalo Ribeiro Telles.
Su interés por la naturaleza y por el paisaje surgió desde pequeña, por el tiempo que pasó con su madre cuidando el jardín.
En 1974, estudió un año a Estados Unidos, donde decidió que quería ser arquitecta paisajista.
[2][3] En 1984 obtuvo el máster en arquitectura del paisaje en la Universidad de Massachusetts.
En 1992 se doctoró en la Universidad de Aveiro en Ciencias ambientales.