El villorrio surgió como un poblado de comerciantes que extraían alerce desde las islas Chauques.
En la zona, esta tradición reviste un evento social de gran participación que favorece la interacción y el sentido comunitario fuertemente enraizado en la identidad chilota.Su iglesia, denominada Nuestra Señora del Patrocinio, es Monumento Nacional (1999)[1] y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, junto con otras Iglesias de Chiloé.
Fue construida en 1837 por el sacerdote franciscano Roberto Fernández, y luego fue refaccionada con un estilo neoclásico.
[2] Su gigantesca y maravillosa iglesia cuenta con una torre principal y dos torres menores a cada lado que le acompañan en el tiempo, lo que podría significar las tres colinas de Tenaún o el misterio de la trinidad.
Además, en el pueblo se encuentran varias edificaciones de gran importancia histórica y cultural, como la Casona Bahamonde-Werner, que debido a su relevancia, ha sido restaurada en 2 ocasiones.