[2] Este fue el primer convento construido por la Orden en el Virreinato de Nueva España.
Esto los exentaba de pagar la encomienda mediante tributos a Zumárraga, que había decidido destinar esos recursos a financiar al Hospital Real del Amor de Dios.
Zumárraga criticó el tamaño monumental del convento porque consumía demasiados recursos de la encomienda.
[5] La Orden de San Agustín regresó a habitar el convento en 1546 y concluyó su construcción en 1547.
Posteriormente, durante el siglo XVIII, el convento fue abandonado nuevamente por la Orden, aunque se desconocen las causas.