El punto de descomposición o temperatura de descomposición es la temperatura a la cual un compuesto químico sufre una termólisis, es decir, se descompone en otros más simples, sin llegar necesariamente a dividirse en los elementos químicos que lo constituyen.
[1] Estos procesos suelen ser endotérmicos (descomposición de hidratos, carbonatos...) pues se requiere energía para romper los enlaces químicos entre los átomos.
[5] Existen cuerpos que, al ser calentados, se descomponen antes de experimentar la fusión o la ebullición.
En el caso de una fusión verdadera, no se produce ningún cambio o alteración química en la sustancia.
[3] Al calentar algunos compuestos químicos sufren reacciones con las sustancias del entorno (oxígeno, etc), que no pueden ser consideradas como reacciones de descomposición sino como oxidaciones, etc. A veces, como ocurre en la pirólisis, los productos de la descomposición sufren reacciones secundarias entre sí que originan productos más complejos que la sustancia de partida, por lo que no sería propiamente una descomposición, aunque el compuesto original sufra una degradación similar.