Un tejado a dos aguas[1] es una forma de cubierta clásica, la más común en aquellas partes del mundo con climas fríos o templados.
Consiste en dos secciones de techo inclinadas en direcciones opuestas y colocadas de manera que su parte más alta coincide en una línea recta horizontal, denominada cumbrera o parhilera.
[4] Su versatilidad significa que el techo a dos aguas se utiliza en muchas regiones del mundo.
En regiones con fuertes vientos y lluvias intensas, los techos a dos aguas se construyen con una pendiente pronunciada para facilitar la evacuación del agua de lluvia.
Los techos a dos aguas son más comunes en climas fríos.