Posee tres balcones, y su primer piso puede elevarse para convertir al auditorium en un salón de baile.
Debido a la proximidad de Matanzas a La Habana, el acervo cultural del pueblo matancero, y la solvencia de sus más ricos vecinos, el Sauto era visitado regularmente por los grandes artistas e intérpretes que pasaban por La Habana.
El Sauto ha atraído a artistas famosos de talla mundial, como la actriz francesa Sarah Bernhardt (interpretando a Camille en 1887), la bailarina Rusa Anna Pávlova en 1945, el compositor cubano José White, el cantante de ópera italiano Enrico Caruso, y el guitarrista español Andrés Segovia.
Además de ser una subsede para importantes eventos internacionales cuya sede principal se encuentra en la capital, tales como el Festival Internacional de Ballet y el Mayo Teatral, el Sauto presenta distintas programaciones cinco días a la semana.
Considerado el más elegante y funcional de los teatros decimonónicos cubanos, ha devenido un símbolo de la ciudad, a tal punto que el gran muralista mexicano Diego Rivera dijo una vez: "Reconozco a Matanzas por el Sauto."