Teatro Principal de Mahón

Este primer edificio se reconstruirá totalmente el año 1820, puesto que desde 1817 empiezan a tener continuidad las temporadas de ópera italiana y se hace necesario disponer de un nuevo local que pueda acoger con comodidad a un público cada vez más numeroso.

La obra se hizo bajo la dirección del artista Miquel Comas, pero en pocos años este edificio también resultaría escaso y se plantearía la construcción de una nueva planta.

El año 1829, el espectáculo operístico se había arraigado con fuerza entre la sociedad mahonesa, y el teatro construido diez años atrás resultaba insuficiente para representar adecuadamente las nuevas obras líricas que llegaban de Italia.

Los maestros Alfons Hernández y Josep y Pere Pons realizan la obra, dirigida por Palagi, mientras que la decoración escénica va a cargo del artista ciudadelano Andrés Galbis.

La rehabilitación ha devuelto el esplendor al antiguo teatro ochocentista, que conserva todo el encanto de la época, pero, a la vez, lo dota de nuevas tecnologías e instalaciones para afrontar los montajes más vanguardistas.

Cuando se inaugura el edificio actual, en el año 1829, la decoración escénica se encarga al artista ciudadelano Andreu Galbis, que realiza un telón con una representación de Aurora, del cual no hay más constancia que los datos aportados por los documentos de la época.

Entre los múltiples actos previstos para homenajear a los soberanos, destacaba la función extraordinaria que se realizaría en el Principal, con la representación de las óperas Il trovatore e I Lombardi.

Posiblemente fue realizado por el escenógrafo italiano Gaetano Labó, que estuvo en Mahón la temporada de 1854-1855.

La elección del artista ciudadelano Maties Quetglas para realizar esta empresa pareció clara desde el primer momento, tanto por el prestigio del artista como por el hecho que Mahón no disfrutaba de ninguna obra suya.