[1] Previo a su construcción, otros proyectos de teatro se habían pensado para emplazarse en la misma ribera norte del río Biobío.Radic era por entonces ya un reconocido arquitecto, que junto a Eduardo Castillo y Ricardo Serpell se había adjudicado en 2000, para la misma ciudad, el «Concurso para el Nuevo Barrio Cívico de Concepción», el cual no se acabó por ejecutar completamente.La convocatoria exigía que la estructura propuesta fuera resistente, adaptable a las condiciones climáticas (inviernos lluviosos) y geográficas (frecuentes terremotos) de la ciudad, y que permitiese cubrir una amplia cartelera cultural.El segundo fue para José Cruz y tercero para la oficina de arquitectos penquista D+, quienes postularon asociados con la empresa española Abalos+Sentkiewicz.[1] Conceptualmente, Radic propone la idea de un «teatro embalado» que sirva como un «embalaje para la ficción» y «envuelva» cultura.Luego de inaugurado, fue fuertemente criticado desde el vox populi, principalmente por su volumetría y fachadas exteriores, en muchos casos consideradas antiestéticas, contrarias a la idea de belleza que debe inspirar un arte como la arquitectura, y porque su obra se consideró invasiva frente al acto urbano de apreciar el paisaje hacia la ribera del río Biobío.
De noche el teatro se ilumina y funciona de lámpara urbana a través de un recubrimiento permeable a la luz.