Según Asher, en 1980 eran 900 individuos, de los cuales sólo 250 hablaban la lengua na-dené.
El poder real lo tenía un Consejo que actuaba en tiempos de guerra.
Creían que todas las cosas de la naturaleza estaban animadas por poderes especiales, de aquí la atención que prestaban a los chamanes, tabúes y amuletos.
Desde 1760 los rusos tuvieron contacto con Alaska, pero apenas trataron con los dené del interior, a diferencia de los inuit, aleutianos y tlingit.
En 1912 se creó el primer grupo indio, Alaska Native Brotherhood, para proteger sus intereses.