[1] En 1889, William Greenwell estudiante y arqueólogo aficionado, abrió un túmulo prehistórico cerca de Folkton en Yorkshire del Norte.
[3] Un estudio publicado en el British Journal for History of Mathematics[4] apunta a la posibilidad de que los tambores fueran usados como medidas métricas.
El estudio afirma que al enrollar en ellos una cuerda un número determinado de veces se consigue una medida estándar.
[5] La medida clave parece ser 3.22 m, pues con esta longitud se puede enrollar una cuerda un número fijo de veces en los distintos tambores.
Estudios posteriores han demostrado que múltiplos de esta medida se usaron en las construcciones citadas anteriormente.