En el taller, se realiza el mantenimiento, limpieza y reparaciones del material rodante de la Línea E.
[1][2] El taller se originó cuando en el contrato de concesión que se otorgó a Metrovías la explotación del Subte (a partir de enero de 1994) se estipulaba que la empresa debía construir un taller central en el predio ya mencionado.
Para ello, a fines de la década de 1990, Metrovías inició las tareas de extensión del túnel con salida a superficie, pero un desmoronamiento del suelo y un derrumbe en la obra obligó a suspender los trabajos hasta que se reanudaron en 2006.
Parte del predio fue cedido en 1986, gratuitamente y con carácter provisorio, al Club Atlético Huracán, que construyó el campo de deportes La Quemita.
El club planteó objeciones al proyecto y propuso, sin brindar ningún informe técnico, realizar el taller en otro sitio, y renovar la cesión del predio por un periodo de 20 años más.