Pero, esta iglesia, dedicada a Saint-Anne fue devastada por un incendio en junio de 1872.
Le gustó el paisaje y decidió quedarse algunos días en estos lugares.
Y la hacha se caigo dónde está la iglesia actual de Talensac.
Algunas personas escucharon su voz y vinieron instalarse alrededor de la capilla.
Según esta primera versión, es así que Talensac se desarrolla.
La segunda versión relata que el Grès Saint-Méen era un menhir volcado con huellas de cúpulas en su lado inferior.
En el siglo VI, después haber afilado su hacha en esta piedra, Saint-Méen habría dicho a sus discípulos "dónde la hacha se caerá, Méen se construirá".
Construió la iglesia de Talensac, 1200m más lejos, dónde la hacha se caigo.
Pero este, en su violencia, golpeó la piedra que se cayó en sí mismo.
Pertenecía a las familias Haloret, de l'Estourbeillon, y luego du Guern.
La fuente, situada cerca del centro, tiene, según la tradición local, el poder de curar los ojos.
El paisaje ofrece un lindo panorama en los pueblos de Monterfil, Le Verger y Treffendel.