Sulaymān acogió en la Suda de Lérida al último califa, Hisham III, entre 1031 y 1036.En 1039, aprovechando desavenencias internas, se hizo con el poder en la taifa de Saraqusta y reinó sobre toda la zona norte de influencia musulmana.A su muerte repartió el reino entre sus hijos: la de Saraqusta le correspondió a su hijo Al-Muqtádir y la de Lérida a Yūsuf al-Muzaffar, que mantuvo el poder como rey independiente de Lérida desde 1046 hasta que en 1078 le fue arrebatado por su hermano Al-Muqtádir, que reinaba en Zaragoza.A su muerte el reino pasó a manos del joven Sulaymān Sayyid al-Dawla (1090-1102), el último de los Banu Hud.El más conocido de los reyes de este periodo fue Ibn Hilal, también conocido como Avifelel, que pactó con Ramón Berenguer III en 1120.