Para alimentarse excava agujeros en busca de moluscos, cangrejos y pequeños peces óseos bentónicos.
Cuando se sienten amenazadas, tienden a huir desplazándose en zigzag, para deshacerse de sus perseguidores.
Aunque tímida e inofensiva hacia los seres humanos, esta especie puede infligir una herida muy dolorosa por medio del veneno que inyectan las espinas de su cola.
Su apariencia atractiva y su relativamente pequeño tamaño, la han convertido en la raya más comúnmente encontrada en los acuarios.
Se utiliza como alimento en el este de África, el Sudeste asiático y Australia.