[1] En sus mesas de mármol y a la luz de sus lámparas de gas escribieron y opinaron personajes como Benito Pérez Galdós,[2] Jacinto Benavente, Miguel Mihura o Edgar Neville, entre muchos otros ilustres comensales.[3][a][4] Abierta a mediados del siglo xix, en el corazón de Chueca (y considerada la segunda taberna más antigua de Madrid), la Carmencita tomó en 1925 su (actual) nombre cuando cogieron el local Carmencita López Gardoqui y su hermano Pepín,[3] cuya familia tenían los dormitorios en lo que luego serían los aseos y un comedor privado.También acudían a diario las coristas del vecino Teatro Alhambra.[3] En la decoración del local, bastante bien conservada,[5] puede destacarse los zócalos de azulejería.[6] Tras unos años a cargo del cocinero vasco Patxo Lezama, degeneró luego en restaurante argentino y casa de comidas La Dominga.