[1] El objetivo de crear la obra fue permitir que los visitantes del museo pudieran observar mejor los detalles que son difíciles de apreciar en la obra completa.
A diferencia de la obra original, no se colocó a El pensador, para dejar visible lo que se encuentra detrás de él.
El crítico de arte Octave Mirbeau, en su descripción de La puerta del Infierno, indica que el tímpano representa la llegada de los condenados al infierno.
Bartlett es más detallado al dividir la obra en dos: diferencia la llegada a la izquierda del tímpano; y el juicio de los condenados a la derecha.
Estas identificaciones corresponden a los bajorrelieves que forman el fondo del tímpano: a la izquierda, una multitud que se ubica en la orilla del río Estigia, y a la derecha los condenados, en medio de ellos surge un demonio con el brazo izquierdo extendido.