Este yacimiento arqueológico fue explorado por Adolphe Reinach en 1910 y ha sido reexaminado por Kostis Davaras en 1971.
La datación de los restos ha sido bastante problemática debido, en parte, a que algunos de los hallazgos pasaron a la colección privada del excavador y otros permanecieron durante mucho tiempo sin identificar en los almacenes del Museo Arqueológico de Heraclión, por lo que muchos investigadores tuvieron que recurrir a las fotografías publicadas.
Algunos arqueólogos, como Paul Faure o Yannis Sakellarakis creen que, por sus características, es posible que algunos de ellos pertenecieran al periodo minoico, pero otros son de la época arcaica griega y otros del periodo helenístico.
Por ello han sugerido que podría tratarse de un santuario que haya tenido continuidad entre la Edad del Bronce y las épocas griegas posteriores.
Otros, como Kostis Davaras, sin embargo creen que no puede probarse la existencia de este santuario en época minoica.