Teoría del reemplazo

R. Kendall Soulen considera que tres categorías de reemplazo son identificadas por teólogos cristianos: punitivo, "económico" y estructural.

[3]​ La Teoría del Reemplazo punitivo es representado por las citas de Hipólito, Orígenes y Lutero.

Más de un milenio después, con la llegada del protestantismo, Martín Lutero (1483–1546) escribió, Es punitivo por la idea de que los judíos, los cuales rechazan a Jesús como Mesías son en consecuencias condenados por Dios, perdiendo el derecho a las promesas que se les debían según el testamento.

La terminología de Soulen es usada por Craig A. Blaising, en 'The Future of Israel as a Theological Question'.

Novak considera que las dos ideas son formas de la Teoría del Reemplazo o Supersesionismo.

La Teoría del Reemplazo dura, en cambio, afirma que "el viejo pacto está muerto.

Los supersesionistas, sin embargo, entienden su visión como una teología de la concreción, en la cual ningún judío que verdaderamente cree en el Evangelio es jamás reemplazado (pero para los judíos, una persona que cree en el Evangelio no es judía), y en la cual cualquier judío no creyente (como Ahab o Judas Iscariote) fue nunca parte del pueblo elegido de Dios porque él o ella nunca habían seguido a Dios.

Debe ser notado que la creencia cristiana tradicional en la Teoría del Reemplazo (aún sostenida por la Iglesia Católica pero no en ciertos movimientos protestantes que siguen una teoría diferente llamada "Dispensacionalismo") es considerada ofensiva para los judíos modernos y es muchas veces citada por los historiadores como una de las raíces del antisemitismo en la cultura occidental.

El judaísmo posterior al 70 no es sino la inflación pavorosa del orgulloso legalismo fariseo.