Superlativo

[1]​ En las lenguas del mundo la gradación se aplica principalmente a adjetivos calificativos, pero puede darse también en adverbios, sustantivos, verbos e incluso preposiciones.

En los superlativos regulares, el grado superlativo se forma añadiendo el sufijo -ísimo/-ísima a la raíz que presenta el adjetivo en grado positivo.

Al construirlos, se modifica sustancialmente la raíz del adjetivo.

Por ejemplo: celebérrimo (célebre), ínfimo (inferior), máximo (mayor), mínimo (menor), óptimo (bueno), pésimo (malo).

Se suele considerar que ciertos adjetivos carecen de grado, ya que tienen siempre un significado equivalente a un superlativo (grado máximo de la cualidad), de modo que no es posible su gradación: colosal, diminuto, perfecto.