La paromomicina es un medicamento huérfano que se indica también, desde 2005, para el tratamiento de la leishmaniasis visceral.
[1][2] La paromomicina actúa inhibiendo la síntesis de proteínas en microorganismos al unirse a la subunidad 16s del ARNr.
Según el propio prospecto puede ser utilizado como medicamento alternativo en teniasis y disentería bacilar (comercializado por PARKE-DAVIS, grupo Pfizer).
Puede haberse catalogado como huérfano en el pasado, pero en la actualidad puede comprarse en cualquier farmacia como Fórmula Magistral (con receta médica).
[3] En veterinaria se emplea para tuberculosis causada por organismos resistentes a los fármacos de primera línea.