Al día siguiente, en las semifinales, le quitaba medio segundo a este registro y hacía 44.11.
En parte esto estuvo motivado por lesiones y enfermedades que le afectaron en los años siguientes.
Sin embargo una lesión en la corva le obligó a finalizar la temporada de forma prematura.
Pero otra vez una lesión le hizo perderse gran parte de la temporada, especialmente las carreras en Europa.
Su mejor marca fue de 44.52, hecha en Zúrich, Suiza, la quinta del mundo ese año.
En la prueba de relevos 4 × 400 m, el equipo de Estados Unidos formado por Andrew Valmon, Quincy Watts, Michael Johnson y Steve Lewis, logró por fin romper el viejo récord que cuatro años antes solo se había podido igualar.
Tras los Juegos de Barcelona Steve Lewis no volvió a destacar en ningún gran evento ni a hacer grandes marcas, aunque en 1993 y 1994 sí estuvo entre los diez primeros del ranking mundial.
Hizo sus mejores marcas siendo atleta junior, y luego bajó su rendimiento, en una carrera deportiva plagada de lesiones que le impidieron desarrollar todo su potencial.