Tras la invasión alemana, la revista tuvo que dejar gradualmente de publicar cómics estadounidenses.Al principio fueron continuados por artistas locales y luego sustituidos por nuevas series.Cuando Rob-Vel ya no tuvo la posibilidad de enviar sus páginas desde Francia a Bélgica de forma regular, su serie fue continuada por Joseph Gillain, un joven artista que había trabajado anteriormente para Petits Belges y que utilizaba el seudónimo Jijé.En 1946 y 1947, se unieron al equipo algunos de quienes se convertirían en los principales colaboradores de Spirou durante las siguientes décadas, como Victor Hubinon, Jean-Michel Charlier y Eddy Paape.En 1954, Jijé creó el cómic realista del oeste Jerry Spring, y en 1957 Franquin presentó al antihéroe Tomás el Gafe.Para 1960, la revista había alcanzado una estructura fija y había crecido hasta las 52 páginas, principalmente llenas de nuevas historietas europeas (principalmente belgas), junto con algunas páginas de texto (interacción con los lectores) y anuncios.Algunos de los principales autores (Jijé, Franquin, Will y Hubinon) pasaron a trabajar temporalmente para otras revistas, siendo Morris el único nombre importante que abandonó de manera definitiva la revista.Se convirtió en el principal guionista de Dupuis, con series importantes como Sammy con Berck, Los "Guerreras azules" con Lambil, y más tarde Cédric con Laudec y El agente 212 con Daniel Kox, entre otras muchas.Un fracaso comercial pero un éxito artístico llegó en 1977, cuando Delporte creó el suplemento más adulto Le Trombone Illustré, que apareció dentro de Spirou por treinta semanas, y mostró a nuevos artistas como Didier Comès, Enki Bilal, Claire Bretécher, F'murr, Grzegorz Rosinski y Frédéric Jannin, junto a autores más establecidos como René Hausman, Peyo, Roba, Marcel Gotlieb y Franquin, que inició su tercera gran serie, Ideas Negras.[10][11] En 1965, empieza a colaborar con la revista Raoul Cauvin, que será el guionista más prolífico de la publicación.La portada de esta publicación fue realizada por Yoann Chivard, donde se observa a Spirou con su apariencia habitual, pero con una remera con la leyenda «Je suis Charlie».[17] y su precio ascendía a 50 pesetas, 1000 pesos o 1,50 dólares, según el país.Paralelamente, se publicó "Bill y Bolita", que sólo duró cuatro números.
Pintura mural de « Broussaille » en Lovaina-la-Nueva (Bélgica).