A lo largo de toda la vega del río Serrano, los romanos construyeron casas de labor, muy parecidas a los cortijos de Andalucía, cuyos terratenientes romanos empleaban a sus esclavos en la explotación de las fincas.[2] Fue hasta la primera mitad del siglo XIX se citaba tan solo como El Soto, al enclavarse en un pequeño bosque de ribera, de Sepúlveda por como Castillejo, pertenecer a dicha comunidad.Su iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora del Rosario, aunque hasta el siglo XIX estaba bajo la advocación de Santo Tomás Apóstol.Llama la atención en su interior un arco triunfal triple, apoyado en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales.En siglos posteriores se añadieron otras partes del edificio, como la sacristía o la espadaña.
Vista del río Serrano y la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario