Estas cabañas de planta circular, levantadas con material leñoso, remataban con una cubierta vegetal.
En los compases más avanzados del Primer Hierro, conocido como Soto II, las cabañas, de unos 10 metros cuadrados de planta, ya se levantaban con adobe y tapial sobre una base igualmente circular.
Almacenes cuadrados, hornos y algunas estructuras de tipo hórreo complementan los espacios entre viviendas.
En el caso del Soto de Medinilla existen otras singularidades.
Entre la primera, los soteños cazaron ciervo, jabalí, lince, gato montés, lobo y tejón.
El Soto de Medinilla constituye el único lugar con una superposición estratigráfica tan compleja.