El Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, en su trayecto Caballito-Moreno, es un proyecto de ingeniería que desarrolla el Estado Argentino en la ciudad de Buenos Aires y la zona oeste del Gran Buenos Aires.
[1] Esta línea electrificada, transportaba al año 2012, 380 trenes diarios con casi 10 millones de pasajeros al mes, posee un total de 50 pasos a nivel (ver esquema), a los que se suman 29 pasos peatonales.
Esto significaría el fin de la vía cuádruple que permite actualmente los servicios rápidos que podrían ayudar a aliviar la línea.
El soterramiento del Sarmiento se licitó en 2006, durante la gestión de Néstor Kirchner, y se adjudicó dos años después.
Al contrato lo ganó una unión transitoria de empresas (UTE) que, además de Iecsa, integraron la italiana Ghella, la brasileña Odebrecht y las españolas Comsa-EMTE.