A unos 100m de la carretera se puede ver las columnas del santuario.[1] Si utilizamos un dispositivo de navegación por satélite, se puede detallar que sus coordenadas son las siguientes: 39º 39' 11,15N / 2º 56' o,37E.Este santuario data de la época postalayótica, conocida, por algunos autores, como la época talayótica III, que se puede situar, en Baleares, del siglo V a. C. hasta la conquista de las mismas por Cecilio Metelo en el año 123 a. C., fecha en la que acaba la "vida indígena independiente".[2] Durante este período, las Baleares intensifican los contactos con los pueblos mediterráneos vecinos, cosa que les hace verse implicadas en las guerras que sostienen los romanos y cartagineses para dominar el Mediterráneo.Con la conquista romana, la romanización no pudo acabar con la cultura existente, sobre todo en las zonas rurales y montañosas.Aparte del toro, tenían culto las palomas y los aguiluchos, aparte de las astas o cuernos sueltos que se han hallado en yacimientos como este, Santuario de Son Corró, o en la Cova Monja (Sancellas).Aramburu-Zabala dice que el santuario de Son Corró podría haber pertenecido al poblado del Pujol (Costich) (2001: 39).Dicho yacimiento una planta absidal, con una sala hipóstila, la cual pudo tener una función primaria de carácter comunal, político-social, que derivó en otras funciones, tales como santuario taurolátrico en Son Corró.Bartomeu Ferrà advirtió que el descubridor había recibido ofertas para comprar las piezas por las 3.500 pesetas que pedía, y propuso a la Diputación Provincial su compra y hacer copias de moldes.También se discute sobre su origen: si fueron fabricadas en la isla por los baleares o importadas de centros más refinados.En cuanto al grado de conservación del yacimiento, en Son Corró se identifican diversas estructuras.Una vez recogidos estos datos es posible calcular la media de monumentalidad del conjunto que se obtiene realizando la suma de las tres valoraciones y dividir el resultado entre 3.