En invierno pierde las golas, haciéndose blancos los laterales de su cabeza, incluida la zona superciliar.
Posteriormente fue trasladado al género Podiceps, creado por John Latham en 1787,[6] aunque clasificado como el resto de su familia junto con los colimbos en Colymbiformes.
Hasta el siglo XX no se separaron los somormujos y zampullines en su propio orden, Podicipediformes.
Tampoco rechaza los estanques con vegetación palustre que ofrecen los parques de algunas ciudades.
Las subespecies africana, P. c. infuscatus, y de Australasia, P. c. australis, son principalmente sedentarias o dispersivas localmente.
Se alimenta principalmente de peces, aunque también consume crustáceos, insectos y ranas pequeñas, que capturan sumergiéndose en el agua.
En España se cataloga como «No amenazada» (Na) y está incluida en el Real Decreto 439/90: II (especie de interés especial).
En el pasado la principal amenaza era la caza, lo que en la actualidad no es un problema importante para la especie.
En la actualidad resultan afectados por las modificaciones de sus hábitats para usos deportivos o aprovechamiento hidroeléctrico.