Muy cerca del Solimana, a unos 25 km al sureste (medidos en línea recta), se encuentra otro importante volcán: El Coropuna (6.425 m).
El Solimana es un volcán dormido con laderas muy erosionadas a causa de la nieve y en el que los restos del antiguo cráter forman sus tres cumbres.
La principal es la cima central con 6.093 m s. n. m., la cumbre norte cercana a la principal cuenta con un poco más de 6 mil metros de altitud y la cumbre suroeste la más baja, tiene aproximadamente 5.898 m s. n. m.[2] Los deshielos del Solimana dan lugar a pequeños cursos de agua, que alimentan la cuenca del río Ocoña.
Las investigaciones arqueológicas en el nevado comenzaron en el 2003 hasta el 2007, donde se ha podido evidenciar una concentración de asentamientos procedente del periodo Intermedio Tardío, así como la presencia inca.
En 1952, Mathias Rebitsch, Piero Ghiglione, Anders Bolinder y Alberto Parodi escalaron el pico norte, el segundo pico más alto (véase el Informe de A. Parodi "AAJ 1971", así como el volumen de Mario Fantin, Tomo II "Alpinismo Italiano nel Mondo", en las páginas 633 y 699).