De este ambicioso poema, Góngora sólo concluyó la «dedicatoria al Duque de Béjar» y las dos primeras Soledades, de las cuales dejó inconclusa la segunda, aunque algunos críticos interpretan el "final inconcluso" como una técnica literaria que puede conectar el final con el comienzo del poema, como propuso John Beverley.
Era la primera vez que se utilizaba el género lírico para un poema tan extenso, pues no tiene desarrollo ecfrástico ni acciones heroicas como en la épica, sino más bien un "peregrinaje" sin aparente destino final.
El asunto de la «Soledad Primera» se puede resumir en pocas palabras: un joven náufrago llega a la playa de una isla, es recogido por unos cabreros, y termina asistiendo a una boda.
El primero, al anochecer, el personaje llega a la playa y siguiendo la luz de una hoguera encuentra a los cabreros, con los que pasa la primera noche.
Al día siguiente se celebra el desposorio, así como una serie de juegos y bailes.