Una vez comentó: El sacrificio de Hachuel se convirtió en una inspiración para pintores y escritores europeos.
Su libro El martirio de la joven Hachuel o La heroína hebrea fue publicado en 1837 por Hannah Snell la primera vez y reeditado en 1838.
En 1860 el artista francés Alfred Dehodencq pintó Ejecución de una joven judía inspirado por su vida y muerte.
[1] Según el relato de Israel José Benjamín, un explorador judío que visitó Marruecos a mediados del siglo XIX, "nunca había brillado el sol de África en una belleza más perfecta" que Hachuel.
Si no se convertía, el pachá la amenazó: "Te cargaré con cadenas... haré que las bestias salvajes te rompan en pedazos, no verás la luz del día, padecerás hambre y experimentarás el rigor de mi venganza e indignación por haber provocado la ira del Profeta".
Fiel a lo prometido, el pachá ordenó encerrarla en una celda sin ventanas ni luz, con cadenas al cuello, manos y pies.
La tarifa del traslado (y eventual ejecución) debía ser pagada por su padre, que fue amenazado con sufrir quinientos bastonazos si no abonaba el importe.
Finalmente, José Rico pagó la suma requerida porque el padre de Sol no contaba con tal cantidad.
Los judíos de la ciudad se conmovieron con la pena más profunda, pero no pudieron hacer nada por evitarlo".