Según Frege, el sentido y la referencia son dos aspectos distintos del significado.
Si el significado de las expresiones fuera solo su referente, entonces "
Pero claramente este no es el caso, porque cada oración nos dice algo distinto.
Mientras la primera oración es trivial, no informativa y cognoscible a priori, la segunda oración, en cambio, puede ser muy informativa y requerir de mucha investigación empírica para ser establecida.
Para explicar este fenómeno, Frege primero recurre a la siguiente estrategia: podría ser que las oraciones de la forma "
El problema con esta solución, dice Frege, es que si bien las oraciones "
Esta diferencia es importante, y alcanza para que Frege abandone este camino de solución, el cual había abrazado 15 años antes en su Conceptografía.
Para resolver el problema expuesto en la sección anterior, Frege propone la distinción entre la referencia de una expresión, y su sentido.
" son informativas porque aunque "a" y "b" nos dan al mismo referente, lo hacen de distinta manera.
Según la terminología de Frege, además, un nombre expresa su sentido y refiere o denota a su referente.
La distinción que Frege propone también permite dar una respuesta al problema tradicional de los nombres sin referente.
Si el significado de los nombres consistiera solo en sus referentes, entonces los nombres como "Pegaso" y "Vulcano" no tendrían significado, ya que Pegaso y Vulcano no existen.
Por pensamiento, sin embargo, Frege no entiende algo mental, como es usual, sino una entidad abstracta, ontológicamente independiente y accesible por todos los hablantes competentes (antecedente directo de las proposiciones actuales).
Por ejemplo, considérese la oración «Juan cree que está lloviendo».
Esto encuentra respaldo en nuestras intuiciones semánticas, ya que cuando juzgamos si la oración completa «Juan cree que está lloviendo» es verdadera (es decir, cuando juzgamos cuál es su referencia), no nos importa si "está lloviendo" es verdadera, sino si el pensamiento que trasmite es creído por Juan.
El artículo de Frege y la distinción que introduce han ejercido una enorme influencia en la filosofía analítica.
El artículo también contiene un antecedente para lo que ahora se conoce como la teoría deflacionaria de la verdad.