Freud menciona el método catártico utilizado con Breuer, también llamado hipnosis momentánea reforzada[2], consistiendo en colocar su mano en la frente del paciente como un ardid técnico para sorprender al yo.
Freud menciona al conflicto psíquico testimoniado por el síntoma, a este mecanismo lo llama defensa[3], que actúa frente a una representación inconciliable que perturban al yo y entran en conflicto con él.
[9] El segundo ordenamiento es la estratificación en torno al núcleo patógeno de manera concéntrica, donde ciertos recuerdos se rememoran con facilidad al hablar, pero en tanto se aproxima al núcleo patógeno, se tropieza con aquellos recuerdos que el paciente desmiente aún en la reproducción.
La transferencia aparece como un obstáculo externo a superar, una noción que viene a perturbar por enlace falso la relación con el analista; se transfiere hacia el analista una representación que fue reprimida, pudiendo provocar la interrupción del tratamiento:
En tales transferencias hay una compulsión y un espejismo que se disipará al concluir el análisis.