El cementerio está construido adaptándose a la naturaleza del bosque, con varias capillas y un crematorio.
Se inspiró en los cementerios forestales alemanes de Friedhof Ohlsdorf en Hamburgo y el Waldfriedhof en Múnich y las pinturas de Caspar David Friedrich.
Su forma ha sido un modelo seguido en la construcción de otros cementerios por todo el mundo.
La capilla principal data de 1925 y el crematorio de 1940, ambos obra del arquitecto Gunnard Asplund; la primera, en estilo clasicista nórdico, y el segundo en su final estilo racional modernista, ya que lo terminó poco antes de su muerte.
En Suecia desde el siglo XX se acostumbra enterrar los restos tras ser incinerados.