Sixto López López

Justo en aquellos días, a muy pocos kilómetros, se estaban produciendo los llamados "Milagros de Fátima" en la vecina Portugal.

Sixto, que fue el segundo hijo de Alfonsa y Juan (un próspero comerciante de ascendencia portuguesa), paso los primeros años de su infancia en el su pueblo natal, donde adoptó lo que sería su segundo idioma, "A Fala" así como un tremendo cariño por su pueblo y sus paisanos que ya nunca abandonaría.

Con nueve años ingresó interno en el Colegio Salesiano de Salamanca donde completó los estudios escolares con excelentes calificaciones.

Acabada la etapa escolar, y motivado en parte por su primo el fiscal[1]​ Santiago Chamorro Piñero, continuó sus estudios universitarios en la capital salmantina donde se matriculó en Derecho.

El Guardia Civil, con gran sofoco, puso a todos inmediatamente en libertad y se deshizo en excusas ante el Juez.

Su periodo estival lo repartía casi siempre entre su pueblo natal y la ciudad portuguesa de Figueira da Foz.

En el ámbito espiritual fue una persona que, sin excesos, pero con fe, practicó la religión católica y no descuidó nunca la caridad.

[4]​ Fernando de Mateo Lage, Ángel Escudero, Fernando Ledesma), abogados (José María Gil-Robles, Cristina Almeida), fiscales (Jesús Vicente Chamorro), forenses (Alfonso Cabeza), políticos (Ramón Serrano Suñer, Pablo Castellano) y otras personas de relevancia social como el ganadero Victorino Martín, o el poeta salmantino Pepe Ledesma.

Durante esos años se vio obligado a alternar su quehacer con frecuentes ingresos hospitalarios.

El entierro, multitudinario, se celebró en su pueblo natal, Valverde del Fresno, donde yacen sus restos en el panteón familiar.