Sistema penitenciario de Honduras

El sistema penitenciario de Honduras, regido por el Instituto Nacional Penitenciario (INP), está vinculado al Ministerio del Interior y Población (Secretaría de Estado en los Despachos del Interior y Población).Este sistema ha dependido del Ministerio de Gobernación y Justicia.Incendios, motines y fugas masivas comenzaron a caracterizar la «crisis» del sistema penitenciario hondureño.Un año después se incendió la cárcel de San Pedro Sula dejando 107 muertos.Esta acción dejó un saldo de tres internos muertos, 41 heridos entre ellos 35 reclusos y seis policías militares.Por este hecho nadie quiso responsabilizarse; Militares se excusan en que no tienen el control total de la seguridad del recinto y la Policía Penitenciaria aduce que las FF. AA.[11]​ En la parte final del diagnóstico, la Comisión recomienda al Gobierno de la República adoptar medidas inmediatas para resolver los problemas más apremiantes de los centros penales y se adopte una política penitenciaria, con el propósito de enfrentar a corto, mediano y largo plazo, los problemas que se viven en los centros y granjas penales del país,[12]​ "sugiriéndose para ello un proceso de reforma profunda en el cual deberían de involucrarse diversas instituciones públicas y la comunidad en general"."Lamentablemente la situación observada en 2009 no ha mejorado", expresó Mario Coriolano, vicepresidente del Subcomité y jefe de la delegación a Honduras.Sin embargo, este asunto se mantuvo ignorado durante los gobiernos de Manuel Zelaya y Porfirio Lobo.Esta ley había estado engavetada desde el 2004, cuando el presidente Maduro dio luz verde para que se investigara y se le informara acerca de la Situación del Sistema Penitenciario de Honduras.Esta nueva ley crea una institución autónoma, el Instituto Nacional Penitenciario, vinculada al Ministerio del Interior y Población (Secretaría de Estado en los Despachos del Interior y Población) el cual es responsable de la organización, la administración y la puesta en funcionamiento del sistema penitenciario nacional.Hasta el momento de que, las cárceles del país son manejadas bajo esta ley no se presentan mayores incidentes.Sin embargo fue hasta recientemente (2013) que esta entró en vigor como ley con su publicación en la Gaceta oficial.En su informe, la CIDH señala que existe en las cárceles hondurenas un problema de hacinamiento.Los datas del INP (informes anuales): Desde 2011, la población privada de libertad ha crecido 55%, pero ha reducido en los últimos dos años, desde lo más alto en 2020.Pero este hecho alarmante, no ha sido el único en la historia penitenciaria del estado hondureño.A 'Don Mario' lo decapitaron, le mutilaron los genitales y le arrancaron el corazón, que luego se lo dieron a su perro para que se lo comiera.Al parecer, este ensañamiento se debió a que el 'señor' de San Pedro Sula abusaba con maltrato físico a los internos y a que, recientemente, había subido los precios de los servicios que él y sus subalternos prestaban dentro del penal, como la comida y el alojamiento.Al amanecer, con el recuento de presos, se contabilizaron 18 mareros acuchillados.Chang asegura que estos dineros no solo se utilizan para mejorar las condiciones humanas de los reos, sino la capacitación de los policías penitenciarios...En ese sentido, destacó que por primera vez se está adiestrando a los uniformados en temas como derechos humanos y derechos constitucionales.[23]​ La nueva ley penitenciaria de Honduras crea una institución autónoma, el Instituto Nacional Penitenciario, vinculado al Ministerio del Interior y Población (Secretaría de Estado en los Despachos del Interior y Población) el cual es responsable de la organización, la administración y la puesta en funcionamiento del sistema penitenciario nacional.Sin embargo, el estado no es capaz de cumplir con este cometido a cabalidad.[27]​ En apariencia el estado hondureño esta en completo control de las cárceles, sin embargo, la CIDH ha constatado lo contrario.Además, debido a este sistema, los reclusos con más poder no solo atentan contra la vida de otros reclusos intramuros, sino también que lo hacen en contra del resto de la ciudadanía.Muchas de las extorsiones, secuestros, y asesinatos tienen su origen allí, en las cárceles hondureñas.En esta economía, la cual es controlada por los mismos reclusos afloran entre otros negocios la prostitución y la venta de drogas.Y saben que un metro de terreno se paga caro.En dicho penal hay diez cuartos destinados para las visitas conyugales, los cuales están controlados por dos reclusos.En marzo (2015) se pretendía finalizar la primera etapa del proyecto para hacer el primer traslado de reclusos del centro penal de San Pedro Sula en el barrio Cabañas.Con la nueva cárcel, el gobierno espera descongestionar los reclusorios del país, en especial la penitenciaría nacional Marco Aurelio Soto, Támara.