En teoría sus reglas deberían poder ser utilizadas en cualquier tipo de ambientación, mundo, universo o género en que se juegue.
[7][8] En contraste, un sistema genérico tiene unas reglas básicas diseñadas para afrontar la amplia variedad de situaciones que pueden surgir en múltiples ambientaciones.
Existe una larga discusión entre los profesionales de los juegos de rol sobre si un sistema puede ser realmente genérico y si es mejor para crear mejores juegos o para construir una ambientación y género específico.
Como la mayoría de las ambientaciones comparten una gran serie de elementos, como la forma en la que los personajes se mueven y luchan, los jugadores no tendrían que aprender las distintas bases al iniciar una nueva ambientación utilizando reglas genéricas.
Esto facilita que los jugadores pasen de una ambientación a otra.
Además, los diseñadores pueden tener que producir manuales de reglas específicas para dar sentido a determinadas ambientaciones y si los diseñadores llevan las adaptaciones de un sistema genérico demasiado lejos, pueden limitar las ventajas iniciales adquiridas.
Sin embargo, los sistemas genéricos hacen que la transición entre universos de juego sea más fácil.