Sistema de flotas y galeones

Este convoy debía salir de la bahía de La Habana con rumbo a Cádiz dos veces al año: Una en enero y la segunda en junio.

La seguridad se garantizaba gracias a la navegación en conserva, custodiados por varios galeones que atracaban en dos puertos americanos (Veracruz en Norte y Centroamérica, y Portobelo en Sudamérica), donde cargaban el metal precioso extraído en las minas americanas y desembarcaban los productos llevados desde la Península para su distribución en el continente.

A pesar del beneficio que significaba la protección de los metales preciosos, este sistema generó numerosas consecuencias para América: el encarecimiento de los productos en zonas distantes a los puertos donde llegaba la flota.

Debido a la cantidad de intermediarios por los que pasaban, los productos en las zonas más australes del continente podían salir muchas veces más caras que en el Caribe y zonas aledañas.

En especial, La Habana fue la ciudad más favorecida de todas.

Navío de línea español similar a los empleados en la Flota de Galeones