Posteriormente, y gracias a investigaciones llevadas a cabo por el equipo dirigido por la doctora Zarzalejos, se localizó en 2001 nueva epigrafía romana que hace referencia al "municipum municipii [Sisaponensium]" posiblemente relacionado con unos augustales, sin que exista ya duda alguna de la identificación del yacimiento.[5][4] La ciudad es potenciada en tiempos del emperador Augusto, perteneciendo los principales elementos arquitectónicos romanos a los dos primeros siglos de nuestra era.Se han localizado abundantes monedas del siglo IV, así como una necrópolis origen visigodo.En las excavaciones realizadas han aparecido numerosos mosaicos así como restos de pinturas murales.De esta forma, se está procediendo a la excavación de la herrería para su desmantelamiento y traslado a un espacio expositivo más adecuado; lo que finalmente permitirá poner en valor y encontrar el uso original del edificio inferior.Se baraja que pudiera tratarse de un santuario, aunque esto podría cambiar en un futuro conforme aumente el conocimiento del edificio.[6] Sobre una muralla más antigua y anterior al siglo IV a. C.,[7] se construyó una nueva bajo control romano en el siglo II a. C. Se encuentra rodeando la ciudad, con una longitud de 1 km y encerrando en su interior una superficie de unas 10 hectáreas.[8] Existen referencias históricas sobre esta ciudad pertenecientes casi todas a época clásica.El minio más conocido es el de la región sisaponense, en la Baetica, mina que es propiedad del pueblo romano.Entre otros, éstas fueron realizadas por Dioscórides (5,94);[13] Solino (33,4);[14] Marco Juniano Justino (XLIV,1,6);[15] o Vitrubio (VII,9,1).[18][19] Actualmente, los restos arqueológicos son visitables, excavándose normalmente en los meses de verano.
Domus de las Columnas Rojas, octubre de 2016
Restos de la necrópolis visigoda localizada en los alrededores de la ciudad de Sisapo.
El Hoyo Santo, con la forma elíptica típica de los anfiteatros (clic para ampliar).