El cannabis sin semilla, más popularmente conocido como sinse o sinsemilla, es la planta del cannabis hembra que no ha sido fertilizada y por lo tanto no desarrolla semillas, aumentando la densidad de cannabinoides y terpenos.
Esta técnica de cannabicultura fue desarrollada en Sinaloa, México, en los años 1970, por el narcotraficante Rafael Caro Quintero[1][2] y consiste en separar a las plantas macho tan pronto como se sepa que lo son, para así evitar la polinización de los pistilos hembra.
La técnica se popularizó en los Estados Unidos como sinsemilla, sinsemilia, sinse o sense.
La expresión sinsemilla está prácticamente en desuso desde que en los años 1990s surgieran las semillas feminizadas, unas semillas modificadas genéticamente para siempre brotar hembras El uso regular de cannabis de alta potencia (HPC por sus siglas en inglés) se ha vinculado en varios estudios con mayor probabilidad de sufrir trastornos psicóticos.
[8] Estudios similares se han llevado a cabo en Alemania, Nueva Zelanda y Países Bajos.