La Sinfonía n.º 5 en si bemol mayor, K. 22 fue compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart en diciembre de 1765 en La Haya, cuando el compositor tenía nueve años.
El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.
[6] La primera edición fue llevada a cabo en 1879 por la editorial Breitkopf & Härtel en Leipzig, que publicó bajo la denominación Wolfgang Amadeus Mozarts Werke, Serie VIII, No.
La estructura sigue el típico esquema en tres movimientos de la obertura italiana, dispuestos según el patrón del Clasicismo temprano: rápido–lento–rápido.
El pequeño Mozart ya había escrito al menos dos obras de este tipo un año antes y esta composición es una joya en miniatura.
[3] Cabe destacar el colorido conferido especialmente por las trompas a lo largo de toda la obra.
Por otra parte, la nota pedal que se oye durante el crescendo extiende el párrafo musical hasta los 18 compases.
Contiene un lastimero motivo en tono menor y el contrapunto es más que elemental.
Una vez más, el joven Mozart utiliza realces dinámicos en forma de crescendos y acentos para impulsar la obra hacia el futuro.
El Finale responde a una forma rondó convencional en cinco partes siguiendo el patrón A–B–A–C–A y coda.