[3] Cuando la obra se estrenó en la Unión Soviética, Prokófiev ya la consideraba una importante tarjeta de visita.
El compositor comentó lo siguiente sobre su obra: "Creo que en esta sinfonía he logrado alcanzar una mayor profundidad del lenguaje musical".
[2] Se abre con acordes contrastantes tocados por toda la orquesta, incluyendo campanas, creando un ambiente de amenaza e inquietud.
[nota 1] El segundo movimiento, Andante, está en compás de 4/4 y adopta una forma ternaria.
Si bien la música es bella e inquietante en su calma, Prokófiev siempre consigue sugerir que el mal acecha a la vuelta de la esquina.
[8] En la segunda parte del movimiento aparece el tema de Fausto presentado en el cuarto acto (véase la sección que se inicia con la frase "sidit v tebe malen'kij besenok").
[6][nota 1] El tercer movimiento, Allegro agitato – Allegretto, está en compás de 3/4 y sirve como Scherzo con trío.
El Scherzo se caracteriza por sus texturas histéricas y aterradoras en las cuerdas están divididas en trece partes.
Escuchamos elementos híbridos de los dos movimientos previos: aunque las texturas son más ligeras que en el primer movimiento, vuelve la sensación de presagio, ya que las cuerdas vacilantes crean un efecto escalofriante.
[1][nota 1] El cuarto y último movimiento, Andante mosso – Allegro moderato, está en compás de 4/4.
El severo final se inicia de forma lenta, para gradualmente ganar velocidad.
[4][5][7] Además de los temas presentados en los movimientos anteriores, este movimiento concluye con música extraída de la escena entre Agrippa y Ruprecht en el final del segundo acto (véase la sección que se inicia con la frase "magister doctissime").