Sinfonía n.º 1 (Mendelssohn)

La última en ser escrita fue la Sinfonía escocesa que, aunque fue ideada en 1829, fue abandonada y no se terminó hasta 1842.

Si bien, la citada denominación "XIII" del manuscrito sugiere que el compositor no consideraba la pieza anterior, de un solo movimiento, como una sinfonía para cuerda completa.

[7]​ Su brío y construcción muestran una capacidad asombrosa para un compositor de tan tierna edad.

[9]​ Para esta interpretación sustituyó el Menuetto por una versión acortada y orquestada del Scherzo de su Octeto, Op.

La recepción fue entusiasta, y más tarde Mendelssohn -iniciando lo que sería una duradera y cálida relación con el público británico- presentó su copia autógrafa de la partitura a la Sociedad, que continuó interpretándola en esta forma modificada durante el resto del siglo.

[3]​ La primera edición de esta obra fue llevada a cabo por A. M. Schlesinger en Berlín, que bajo la denominación "Op.

[8]​ En la edición de 1834 Mendelssohn restauró el tercer movimiento original, Menuetto, tras el cambio que había hecho para el estreno londinense.

[3]​ La dedicatoria que figura en la paritura es para la Royal Philharmonic Society, agrupación encargada del estreno londinense.

Aunque la pieza revela el dominio de los materiales musicales por parte del joven compositor, no habla con una voz individual e inspirada.

El do menor no indica tragedia como en Mozart u oscura turbulencia como en Beethoven, sino vigorizante urgencia y empuje.

Tras una breve sección de desarrollo, la recapitulación, al igual que la exposición, se dirige hacia el modo mayor en su final.

El trío se abre en la bemol mayor y más adelante vuelve a do menor.

Los pasajes fugados y el sencillo stretto impregnan la bulliciosa coda, que cierra de manera triunfal la sinfonía.

El estreno en Londres de 1829 fue reseñado positivamente en The Harmonicon:[10]​ Sin embargo, el propio Mendelssohn en una carta dirigida a Henriette Voigt en 1835 comentó sobre su sinfonía, unos diez años después de haberla compuesto, que la consideraba una obra infantil y que no encajaba con su producción musical adulta:[11]​[12]​

Mendelssohn en 1821.