Sus aplicaciones abarcan numerosos ámbitos: física, química, ciencias de la vida, medio ambiente, patrimonio histórico, etc.
El edificio que acoge el proyecto se finalizó a finales de 2009 y la operatividad completa de la instalación avanzó en sucesivas fases,[3] culminando en 2011.
[5],[6] 1990: Primeros intentos por algunos científicos españoles para obtener financiación para una fuente de radiación sincrotrón en España[7].
2009: Instalación del inyector y el anillo de almacenamiento.
2012: Se reciben los primeros usuarios oficiales en las líneas de luz.
2012: Caterina Biscari sustituye a Joan Bordas como directora.
2016: Se abre una nueva línea de luz, MIRAS.
2019: Se inicia la operación de forma regular a 250 mA.
En ellos se aceleran los electrones hasta velocidades próximas a la de la luz, alcanzando una energía de hasta 3 Gigaelectronvoltios (GeV).
La radiación obtenida es útil no sólo en investigaciones en el campo de la física, sino también en todos los campos de la ciencia y la tecnología en los que hay que analizar muestras de pequeñas dimensiones como estructuras cristalinas, nuevos materiales, muestras biológicas, de contaminantes o restos arqueológicos.