Se construyó anexo el colegio jesuita, que fue un centro religioso y cultural regional.
Por sus calles adoquinadas pueden admirarse construcciones del siglo XIX, que exhiben una variedad de estilos que van del neoclásico al eclecticismo propio de la región durante el Porfiriato.
Gustavo Díaz Ordaz, en la que se puede pescar lobina negra y tilapia.
[6] En 1591 se dio la llegada de los misioneros jesuitas Gonzalo de Tapia y Martín Pérez, quienes tuvieron un papel fundamental en la evangelización en el municipio, porque muchas habían escuchado sobre ellos y sobre el desarrollo que habían implementado en otros lugares del país.
Dicha iglesia se construyó anexo al colegio que jesuita, el cual fue un centro religioso y cultural muy importante en el noroeste del país.